RAPPEL EN EL EJE CAFETERO PARA TODOS

El descenso en Rapel se practica como apoyo o complemento de la Escalada en Roca o Nieve, como actividades de rescate o como deporte, es una actividad muy segura siempre y cuando se practique con las medidas de seguridad aprendidas o se este supervisado por un escalador o instructor certificado. El Rapel consiste en un descenso que se hace utilizando un arnes o silla inglesa que se ajusta a la cintura y piernas, un sistema de seguridad compuesto por un ocho de seguridad y ocho descendedor, una cuerda para escalada, un casco y un par de guantes, todos los equipos utilizados deben ser homologados y certificados que cumplan con todos los estandares de seguridad. En Colombia existen diversas modalidades segun el lugar en el que se practique el descenso en Rapel y de la eleccion dependera tener en cuenta las precauciones para cada una.

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El unico riesgo que puedes correr al descender en Rapel es enamorarte de la sensación de libertad y de querer seguir practicando esta actividad al aire libre

Esta actividad no requiere de gran preparación por parte del turista, se puede realizar con total seguridad siempre y cuando sea conducido por un guía experimentado que cuente con el equipo necesario: cuerdas, arneses, equipo de aseguramiento y descenso (mosquetones, ochos y marimbas), casco y anclajes. Al realizarlo, algunos participantes de esta actividad tienen la sensacion de miedo a las alturas, sin embargo, despues de haber realizado un descenso logran sobreponerse a ese miedo y vuelven a practicarlo una y otra vez. Seguridad La naturaleza vertical de la práctica del rappel la hace una actividad seria, potencialmente peligrosa si no se realiza adecuadamente. Contar con entusiasmo y el equipo no basta, conocimientos técnicos adecuados se requieren, por ello siempre que no se tengan debe realizarse bajo la supervisión de una persona calificada para la actividad.

Beneficios del Rappel

Las bondades del rappel van más allá del ámbito físico y llegan hasta lo sensitivo, pues la experiencia de observar el mundo desde las alturas de una cima, respirando aire puro, sentir la satisfacción de la conquista de la cumbre y enfrentar luego el reto del descenso es incomparable. Por ello, es recomendable a manera de práctica deportiva, turística y, al igual que lo han hecho las grandes figuras del montañismo mundial, como terapia de superación personal.